Durante los meses de verano nos queremos poner morenos, esto implica mayor exposición al sol y por tanto incremento de riesgo para que nuestra piel sufra las consecuencias a corto (quemaduras), medio (envejecimiento de la piel) y largo plazo (cáncer de piel).
Qué deberíamos hacer para cuidar nuestra piel con el incremento de la exposición solar:
- Mantener una buena hidratación, con agua como principal aporte de líquido. Moderar el consumo de alcohol.
- Seguir una dieta equilibrada, en la que frutas y verduras estén presentes en gran cantidad.
- Vigilar la exposición solar en las horas de mayor intensidad, utilizar crema solar con un factor de protección adecuado a nuestro tipo de piel. Recuerda que si te pones rojo significa que ya te has quemado (y la piel tiene memoria)
- Utilizar gafas de sol, sombrero o gorro, ropa ancha de tipo orgánica.
- Después de tomar el sol, utilizar crema hidratante por todo el cuerpo.
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