ÉBOLA: ¡así como nos gustaría que lo hicieran con nosotros!

Estos días, me viene a la cabeza un recuerdo: Hace unas semanas estuve ingresada en el hospital, fue una enfermedad aguda y relativamente de fácil solución pero que hizo que estuviera una semana en la habitación de un centro hospitalario. De aquellos días, recuerdo sentirme indefensa y vulnerable, el miedo a no entender lo que me pasaba, lo que yo había hecho mal para que ahora estuviera en esa situación.

De aquellos días, también recuerdo el sentimiento de esperanza al saber que una amiga venía a estar conmigo bien entrada la madrugada, como me reconfortaba los besos de mi madre o la compañía silenciosa y tierna de la amistad y el amor en mi habitación. 

Estos días, me viene a la cabeza un recuerdo aún más lejano... Es un recuerdo de mi residencia. Recuerdo la primera vez que viví como una compañera se pinchaba con una aguja de un paciente. Desconocíamos el estado de salud de aquella persona y recuerdo vivir de cerca las pruebas que se tuvo que realizar ella, los días de espera, la incertidumbre de conocer el resultado y como deseábamos que todo fuera bien.

Estos días me vienen esos recuerdos a la cabeza más vivos que nunca al leer la información que se publica sobre Teresa, la auxiliar de enfermería infectada de Ebola. Como se habla de ella y de su enfermedad en las redes sociales y la televisión, en la cafetería o la sala de espera del Centro de Salud... como se refieren a ella en tercera persona, lejana, siendo sin ser. Pienso en ella, en sus familiares y amigos, en el miedo de una recuperación incierta y en la dificultad para tener un ser querido muy cerca.

Estos días deseo que esta experiencia nos ayude a los profesionales de la salud y políticos a aprender más sobre la gestión de una enfermedad tan grave como es el ébola y asumir las responsabilidades a quienes les corresponde. Pero también y sobre todo, deseo que nos ayude a todos y todas a ponernos en el lugar del otro, a acompañar y a cuidar ... así como nos gustaría que  lo hicieran con nosotros!