¿Hacia dónde vamos (en atención primaria)?


No es novedad hablar del sistema sanitario y de que está trabajando por encima de sus posibilidades desde hace meses para dar respuesta a la pandemia en la que estamos sumergidos. Muchos pensamos que "esto serían unos meses" y que el verano daría una tregua: algo que no ha pasado. en el caso de la atención primari, con los equipos con media plantilla por profesionales de -más que merecidas- vacaciones, con el peso del cribado y la realización de test PCR en nuestras espaldas, con el seguimiento de los pacientes diagnosticados de COVID-19... Muchos de nosotros nos preguntamos ¿hacia dónde va la atención primaria en los próximos meses?



Tengo la oportunidad de hablar con muchos compañeros y de leer a otros tantos, y la preocupación es creciente entre el colectivo. ¿Qué pasa con el seguimiento del paciente crónico, uno de los pilares de nuestra especialidad? ¿Cómo llegan ahora los crónicos descompensados? ¿Qué ha pasado con los determinantes sociales de salud y las actividades comunitarias? ¿Qué haremos con la vuelta al colegio? ¿Qué pasa con las actividades preventivas y la vacunación? Todos coincidimos en que deseamos retomar nuestra actividad habitual, y muchos reflexionamos cómo combinar la actividad COVID con todo el trabajo que durante unos meses aparcamos y que ahora es de vital importancia retomar.


En este artículo del BMJ: Covid-19: an opportunity to reduce unnecessary healthcare nos recuerdan cómo los sistemas sanitarios antes de la pandemia ya estaban desbordados. Los informes de los Estados Unidos y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos sugirieron que se desperdiciaba una quinta parte del gasto rutinario en salud: incluido el sobrediagnóstico y sobretratamiento. Además, reflexionan como durante la pandemia se ha reducido el número de visitas por motivos no-Covid de forma importante, siendo en los Estados Unidos hasta casi la mitad. Es evidente que muchas personas no pudieron acceder a la atención necesaria, y también que otros han evitado pruebas, diagnósticos y tratamiento. Estudios que pongan luz en este "experimento natural" que hemos vivido durante estos meses nos ayudarán a conocer mejor el camino para evitar prácticas de poco valor y de lo que el proyecto Esencial en Cataluña es un buen ejemplo.



La realidad es que ahora mismo la atención primaria está sobrepasada. Juan Simó, en esta entrada en el blog salud, dinero y atención primaria, fotografía muy bien cuál es nuestro día a día: retomar toda aquella actividad que durante unos meses se puso en pausa y que ahora es fundamental que nos hagamos cargo para evitar males mayores en un futuro no tan lejano. Simó pone voz a una problemática que tanto sanitarios como docentes vemos venir: este otoño cualquier proceso vírico que otros años era banal y que se recomendaba y animaba al autocuidado, será un posible caso de infección por Covid-19 y por tanto, un caso a ser valorado y solicitar un test PCR. Es por este motivo, que apunta -y a muchos no nos parece descabellado- poner la atención COVID en otro lugar que no sea el mismo centro de salud. Y a lo que yo sumaría, que esta atención esté formada por un grupo mixto de profesionales de diferentes niveles asistenciales y organizaciones: si continuamos tirando de la atención primaria para hacer todo el trabajo de cribado, seguimiento y estudio de contactos ... continuará sobrecargada estén donde estén los puntos de atención asistencial.


Ya existen territorios en el Estado que ponen en marcha acciones como ésta. Lo leemos en esta noticia en El Correo, donde explican cómo el servicio vasco de salud ha seleccionado 58 centros para convertirse en referencia en el tratamiento de esta enfermedad y los otros centros atenderán otras patologías. Seguiremos muy de cerca esta experiencia para conocer la opinión de los profesionales de atención primaria de Euskadi.



Y vosotros ... ¿qué pensáis? ¿Cómo se debe organizar la atención primaria en medio de esta pandemia que ha venido para quedarse durante muchos meses? ¿Cómo podemos continuar dando respuesta a los enfermos por Covid-19 y el estudio de contactos de los mismos a la vez que persisten las prácticas de valor que la atención primaria ya ha demostrado sobradamente que contribuye a la reducción de la mortalidad de las personas .?



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